Sobre los arboles una ventana

Muerte que no habla, siempre callada y discreta, cual señorita dueña de lenceria prohibida,
en aquella calle no tan amplia se asomaba por sobre las copas de los arboles, un recuadro alumbrado con una luz amarillenta,
yo, sin afan de ser espia o de ser acosador, me limite a observarla efimeramente mientras caminaba por el sendero, persibi siertas sensasiones nostalgicas quebrantadas, brillantes y opacas si esque se puede decir tal raresa, en aquella ventana una mujer bailaba estrenando su vestido nuevo, que ella misma se regalo en dia de su santa patrona, se veia solitaria y sin compañia se complacia a si misma con su precencia y bailaba con la señorita...que no es por difamar pero que llaman coqueta....que va de puerta en puerta a visitar a todos los hombres que la dejen pasar.
En fin... varias veces me dijeron: "Compra cristales para tus ojos! no quiero volver a ver un choche tan aparatoso". Y bueno es que no veo!...nada bueno, asi pues si lo pienso bien, creo que era un hombre alto y con perfecta postura el que se asomaba por la famosa ventana, tenia un traje cafe con pequeños detalles de lineas blancas verticales o eso me parecio observar, jugaba con unos pequeñuelos "ha!" deven ser prole!, descendencia amada, muy bien! me dije a mi miso incluso en voz alta, cuida de sus hijos y les imparte cariño! y derrepente sin avisar, sin ningun prologo! aparecio en el cuadro una figura esbelta, casi perfecta, casi...
una mujercita de pelo suelto y colorete en labio discreto, superior e inferior se juntaban y separaban dejando salir una dulce voz canaria juguetona... Y todos se ivan a dormir!...
De un momento a otro no se que pensar...pues veran que la casa me comenso a mirar... como si hubiese yo cometido un acto de mala educación... pues ahora que recuerdo la casa me parpadeo con su enorme ojo amarillo rectangular, y su pupila no dejaba de mirarme...lo que no distinguia era si me miraba con odio o con misterio,
y digo: ¿Quien puede adivinar, lo que una casa a de pensar?