viernes, 15 de abril de 2011

La virgen que dormia debajo de la escalera ha muerto

En aquel entonces se aparecía con frecuencia un letrero de neón en la parte media de el edificio que con gran descaro anunciaba el comienzo de la temporada rosa, se escuchaban resonar los tacones por los pasillos cubiertos con azulejos costosos, costosos en su época porque ahora se veían como baratos pedazos de cartón, en los ojos de aquellas mujeres se dibujaban diferentes figuras, me pareció ver en una un pequeño lago con una mujer ahogándose con hermosura, en otros ojos de la galería me pareció percibir una mariposa revoloteando sobre un suelo de agujas puntiagudas hambrientas y deseosas de sangre fresca, la mariposa intentaba salir de aquel lugar pero estaba atada al suelo con un cabello rubio, pero toda esta galería pésima...tan burda y falta de color, era solo una creación del cigarro en mano de nefasto comprador, que pasaba sus burdas manos por el rostro manchado de la señorita nueva del lugar que, llena de temor solo temblaba ante el tacto experimentado de el buen consumidor que disfrutaba del nuevo caramelo de la tienda.
Ella nunca lo miro a los ojos, su mirada siempre estuvo perdida, observando las nubes grises del cielo, solo esperando el fatal desenlace,
unas manos desgastadas arrugadas y de piel demasiado delgada como para poder hacer algún esfuerzo tomaron a la señorita y la despegaron de aquel ser abominable que salivaba con solo mirarla, fue llevada por un pasillo con las mismas lozas horrendas, húmedas pero que por el mismo desgaste era imposible resbalarse, la mujer de proporciones incalculables que la habia salvado del horror saco una llave oxidada...ni siquiera parecía llave....todo el mundo creería que seria salvada!...pero ella mantenía su mirada de triste doncella, se abrió una pequeña puerta debajo de la escalera, y cuando cayó en un sucio colchón tan delgado que no amortiguo la caída escucho esas palabras...dichas con esa voz insoportable, una voz rasposa, nada placentera al oído....los labios se movían como trenes descarrilados y la saliva brotaba de su boca mostrando sus dientes amarillos y tan desviados y amontonados que parecían un piano molido a martillazos,
"Eres un dulce, que guardare para después".


Despues....nunca llego.


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