Seguía calentando las mentes,
seguía precipitando las acciones,
encarando grandes y pequeños todos por igual
salía como pájaros escapando de su jaula,
abría esa puerta de madera corroída de las esquinas
levantando su falda para no tropezar
apresuraba el paso mientras escuchaba
el repique de campanas del medio día,
ni siquiera alcanzaba a inhalar el perfume de las bellas flores
que adornaban y recubrían las marquesinas de las casas,
sus tacones sonaban al chocar con la calle empedrada,
se le veía correr por los callejones con una prisa que hacía a la gente pensar que la seguía un demonio,
al final de una larga avenida se divisaba un pequeño parque poco frecuentado, incluso daba un aire de culto, secreto, misterio, rodeando aquellas jardineras de roca,
sombra lúgubre y endemoniada a la vista, un hombre alto y delgado cual farol que crea penumbras, parado bajo un árbol seco se encontraba la compañía de tan delicada flor,
se apresuro aun mas lo cual parecía imposible con sus tacones,
el sol desfallecía en el horizonte, ese rojo melancólico que baña los cuerpos expuestos por un drama mortuorio,
la discreción de sus ojos en algún punto es tal que incluso se torna en indiscreción, esos ojos que se encuentran, que se complementan los unos con los otros, que juegan a esconderse y encontrarse como niños pequeños que se esconden y arrepentidos salen a encontrarse de nuevo por miedo a estar solos,
esas manos de esqueleto, frías, sin vida, se unen con las manos más delicadas, cálidas y llenas de vida,
en ese momento las flores exhalan un ultimo roció de perfume, el más placentero e hipnotizante,
que aumenta la extrañamente conmovedora escena de un beso precipitado,
un beso ansiado, un beso deseado, un beso reprimido y un beso liberado.
seguía precipitando las acciones,
encarando grandes y pequeños todos por igual
salía como pájaros escapando de su jaula,
abría esa puerta de madera corroída de las esquinas
levantando su falda para no tropezar
apresuraba el paso mientras escuchaba
el repique de campanas del medio día,
ni siquiera alcanzaba a inhalar el perfume de las bellas flores
que adornaban y recubrían las marquesinas de las casas,
sus tacones sonaban al chocar con la calle empedrada,
se le veía correr por los callejones con una prisa que hacía a la gente pensar que la seguía un demonio,
al final de una larga avenida se divisaba un pequeño parque poco frecuentado, incluso daba un aire de culto, secreto, misterio, rodeando aquellas jardineras de roca,
sombra lúgubre y endemoniada a la vista, un hombre alto y delgado cual farol que crea penumbras, parado bajo un árbol seco se encontraba la compañía de tan delicada flor,
se apresuro aun mas lo cual parecía imposible con sus tacones,
el sol desfallecía en el horizonte, ese rojo melancólico que baña los cuerpos expuestos por un drama mortuorio,
la discreción de sus ojos en algún punto es tal que incluso se torna en indiscreción, esos ojos que se encuentran, que se complementan los unos con los otros, que juegan a esconderse y encontrarse como niños pequeños que se esconden y arrepentidos salen a encontrarse de nuevo por miedo a estar solos,
esas manos de esqueleto, frías, sin vida, se unen con las manos más delicadas, cálidas y llenas de vida,
en ese momento las flores exhalan un ultimo roció de perfume, el más placentero e hipnotizante,
que aumenta la extrañamente conmovedora escena de un beso precipitado,
un beso ansiado, un beso deseado, un beso reprimido y un beso liberado.
Aaaah, por fin pude leero u w u... me gustó, en serio eres muy bueno nii : ) me atrapas en serio XD no puedo dejar de leer hasta saber el final : D ♥ sigue así nii!!! ^^
ResponderEliminarSublime!
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